jueves, 18 de julio de 2013

Hecho a mano · Handmade

Ya lo sabéis, pero nunca está de más recordarlo.

Todas y cada una de las cosas que hacemos en Cotton Candy Barcelona está hecha por nosotras mismas, con nuestras manitas y con mucho mimo.

Todas son creaciones originales, diseñadas por Eliana o por mí.

Cada una de las piezas que diseñamos y hacemos a mano es única. Cada una tiene un poquito de nosotras y mucha personalidad propia.

Queremos que te sientas única y especial. Que seas la única en tener ese tocado, esa pulsera o ese collar que imaginabas y no encontrabas. Sólo tienes que decirnos lo que quieres, enviarnos una foto de un vestido especial, de algo que te inspira y que nos inspirará a nosotras... Nosotras te ayudaremos a que lo tengas.

Nuestras cottoncandies son únicas.


 

lunes, 15 de julio de 2013

Algunos sombreros para el verano

 
Tengo que reconocer que siempre me han chiflado los sombreros. Eso de ponerme cosas en la cabeza… Bueno, cuando era muy pequeña, no. Entonces mi madre intentaba ponerme un sombrero o cualquier otra cosa que fuera en la cabeza y todos mis esfuerzos eran para quitármelo de encima. Y ella me lo ponía otra vez. Así nos pasábamos el día. Pero me duró poco esa actitud. Enseguida me empezaron a gustar los sombreros, los ganchitos y los lazos.
 
A lo que iba... Para mí pensar en verano es pensar en un sombrero. Vivo en el norte y aquí, el  verano es una cuestión del calendario; hay muchos días que no son precisamente soleados y calurosos. Por eso, cuando me voy al mediterráneo en busca de sol y calor, me encuentro demasiado sol y demasiado calor a los que no estoy acostumbrada. Y un sombrero es siempre mi elección perfecta para esa situación. Vacaciones al sol, sin manchas solares en la cara (bendita ala del sombrero) y un toque sofisticado.
 
Así que este verano os propongo cuatro opciones.
 
Sombrero PROVENZA. Sombrero de rafia, de ala corta acampanada, decorado con flores pequeñas blancas y lilas y cinta de encaje blanco. Es muy discreto, para llevar todos los días.
 




 
 
 
  
Canotier PEONÍA. Canotier con triple cinta naranja/lila, peonía color melocotón y hoja verde y flores pequeñas lilas. No os parece atrevido y sofisticado? Estoy segura de que en Ibiza o en Formentera sería lo más. Por qué no probarlo en cualquier otra playa para ver la puesta de sol?
 

 
  
 
 
 
Canotier MARGARITA. Canotier con cinta beige, flores blancas pequeñas y margaritón blanco. Y si no os atrevéis con la peonía, qué tal una margarita gigante?
 
 
 
 
  




Pamela ANTIBES. Pamela de 57 cm de ala color chocolate, con cinta roja con topos blancos, dos amapolas y flores blancas pequeñas. Es la más tradicional. Para sentirse como una de esas celebs del Hollywood clásico que en los 50 pasaban sus veranos en la Côte D’Azur. Siempre perfecta.
 
 





Ya sabéis que no tenéis que quedaros con estos modelos exactamente, que podéis pedirme lo que queráis, lo que se os ocurra o lo que mejor os vaya con vuestro bikini o pareo.
 
Os dejo; me cojo mi sombrero de verano y me voy a la playa, que hace un día maravilloso.

 

domingo, 14 de julio de 2013

La primera diadema de Pilar

 
Es curioso cómo se retroalimenta la vida. Éste es el caso de esta diadema que hice por y para Pilar.
 
Os pongo en antecedentes. Pilar es una maravillosa escritora de novela romántica histórica con 4 libros publicados y una fantástica pintora (mi madre disfruta cada mañana al despertar de un momento único al ver uno de sus cuadros frente a la cama).
 
Pero eso no es lo que realmente define a Pilar. Es una mujer increíble, dinámica, sensible y sensitiva. Yo también lo soy un poco. Y es delicada y dulce, muy dulce. Con un toque picante. Todo eso lo transmite a lo que hace, a sus libros, a sus cuadros. Y eso me inspira. Aún siento el aroma del chocolate amargo en mi nariz cuando recuerdo las noches (pocas, porque me engancho y no paro) que pasé leyendo “Entre lo dulce y lo amargo”... Sí. Pilar me inspira. Los ambientes que recrea de forma natural y las sensaciones que me transmite, provocan que mi mente se ponga en modo creativo.
 
Hace unas semanas nos entregó el cuadro del que os he hablado. Y yo le enseñé los tocados de Cotton Candy, mis tocados. Le encantaron. Tanto, que a los pocos días me llamó pidiéndome uno para una boda que tenía ese sábado. Esto era un martes. ¡Ufff! ¡Agobio! Menos mal que siempre tengo algunos materiales y una tienda cerquita en la que puedo conseguir plumitas, flores, abalorios y fornituras.
 
Además, me dijo que era la primera vez que iba a usar tocado. Me puse manos a la obra, pensé en ella y es su forma de ser. En sus novelas. En su esencia. Y fue fácil. Hice dos modelos de prueba para ella. Para que pudiera elegir. Eso fue lo difícil, escoger... 
 
Al final se quedó con una diadema preciosa de plumas antena de gallo rosa bebé y plumas fleco de oca en color crudo enroscadas intercaladas con una rosa de té color hueso.
 
¿A que estaba guapísima?
 
 
Si queréis saber más de ella y de sus deliciosas novelas, pasaros por su blog Pilar Cabero (está en Blogs amigos).
 

Collares ordenados y siempre perfectos

A mí siempre me ha costado un montón mantener mis collares ordenados. Cuando iba con prisa y quería ponerme ese collar largo tan bonito, siempre acababa por irme sin él. Me lo solía encontrar enredado con otros en una maraña difícil de deshacer...

¡Pero se me encendió la bombilla en esta cabecita! O se impuso mi carácter práctico de ingeniero, que es lo mismo. No sé cómo no se me ocurrió antes, porque es muy fácil... Colocar una barra con ganchos dentro del armario. De cada gancho cuelgo dos o tres collares, que nunca se enredan.


Tanto la barra como los ganchos son muy fáciles de encontrar en tiendas de bricolaje. Si no queréis hacer agujeros en vuestro armario, siempre podéis hacerlo con dos colgadores adhesivos y un hilo de acero.

¿No os parece una buena idea?