Sois muchas las que dudáis a la hora de compraros un tocado porque es un accesorio que requiere cierto desembolso y hacer ese esfuerzo sólo para ponéroslo una vez… Mi consejo es: “¡Adelante! Cómprate un tocado”. Pero añadiría: “Acude a alguien que te diseñe un tocado personalizado, de forma que tengas la posibilidad de llevarlo de diferentes maneras”.
Como primera recomendación, yo os diría que os hicierais con un fondo de armario (no demasiado amplio) de 3-4 vestidos/monos/trajes para ceremonia. Escoged bien los colores, para que cambiando los complementos los looks parezcan completamente diferentes.
Y con los tocados, lo mismo, un pequeño fondo de armario. Deberás escogerlos de forma coordinada con ese fondo de armario de 3-4 vestidos, para que puedas combinarlos con todos ellos.
Además, como ya he comentado antes, un buen artesano, si se lo pides, podrá crearte una pieza vistosa que pueda ser desmontable y cuyas partes puedan ser utilizadas por separado.
Por ejemplo, un canotier con adorno de flores alrededor que se descomponga en una pamela sencilla con poco o ningún adorno, una corona de flores y una peina con la flor principal o parte del ramaje del adorno. Esta puede ser una gran inversión que os saque de muchos apuros bodiles.
Si tienes pocas ocasiones para lucir tocado al año, otra idea más sencilla es decirle al artesano que queremos que esa pieza que nos va a crear pueda ser modificable en el futuro, de forma que se puedan ir añadiendo o eliminando detalles, bases y sujeciones según vayas teniendo eventos a los que acudir. Esto supone un menor desembolso inicial, pero te obliga a acudir al artesano en cada ocasión, para ir haciéndote con partes nuevas. Otra ventaja es que, si te compras un vestido nuevo, siempre se puede modificar el tocado en función del vestido.
Un tocado debe ser una inversión. Al menos, en CCB lo vemos así.
Disfrutad mucho de vuestros tocados, cottoncandies!
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