domingo, 14 de julio de 2013

La primera diadema de Pilar

 
Es curioso cómo se retroalimenta la vida. Éste es el caso de esta diadema que hice por y para Pilar.
 
Os pongo en antecedentes. Pilar es una maravillosa escritora de novela romántica histórica con 4 libros publicados y una fantástica pintora (mi madre disfruta cada mañana al despertar de un momento único al ver uno de sus cuadros frente a la cama).
 
Pero eso no es lo que realmente define a Pilar. Es una mujer increíble, dinámica, sensible y sensitiva. Yo también lo soy un poco. Y es delicada y dulce, muy dulce. Con un toque picante. Todo eso lo transmite a lo que hace, a sus libros, a sus cuadros. Y eso me inspira. Aún siento el aroma del chocolate amargo en mi nariz cuando recuerdo las noches (pocas, porque me engancho y no paro) que pasé leyendo “Entre lo dulce y lo amargo”... Sí. Pilar me inspira. Los ambientes que recrea de forma natural y las sensaciones que me transmite, provocan que mi mente se ponga en modo creativo.
 
Hace unas semanas nos entregó el cuadro del que os he hablado. Y yo le enseñé los tocados de Cotton Candy, mis tocados. Le encantaron. Tanto, que a los pocos días me llamó pidiéndome uno para una boda que tenía ese sábado. Esto era un martes. ¡Ufff! ¡Agobio! Menos mal que siempre tengo algunos materiales y una tienda cerquita en la que puedo conseguir plumitas, flores, abalorios y fornituras.
 
Además, me dijo que era la primera vez que iba a usar tocado. Me puse manos a la obra, pensé en ella y es su forma de ser. En sus novelas. En su esencia. Y fue fácil. Hice dos modelos de prueba para ella. Para que pudiera elegir. Eso fue lo difícil, escoger... 
 
Al final se quedó con una diadema preciosa de plumas antena de gallo rosa bebé y plumas fleco de oca en color crudo enroscadas intercaladas con una rosa de té color hueso.
 
¿A que estaba guapísima?
 
 
Si queréis saber más de ella y de sus deliciosas novelas, pasaros por su blog Pilar Cabero (está en Blogs amigos).
 

2 comentarios:

  1. ¡Muchas gracias, corazón!
    Me emociona que me veas de ese modo.
    Pese a que era la primera vez que llevaba algo así, me sentí muy cómoda y favorecida.
    Un trabajo tan delicado y dulce como su creadora.
    Gracias, tesoro.

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